El Partido Justicialista es más flexible que una vara de mimbre. Otra de sus extrañas cualidades es que puede se presidido por personas como el Gral. Juan Domingo Perón, su fundador, que guste o no era un estratega y en su vejez llegó a ser un verdadero estadista. Por el pasaron gente de izquierda, derecha, moderados y ahora tenemos la novedad de un desarrollista keynesiano, que tal vez vaya a saber por qué designio de la naturaleza, le guiña a la izquierda y siempre gira a la derecha.
Otra de las particularidades del Justicialismo, es que quién se encarama a la presidencia y muestra ciertas dotes carismáticas es adulado y venerado por multitudes pancistas. Tiene un cierto parecido con el budismo, en el que el presidente del PJ es el Buda, es decir el camino de la verdad revelada.
Para los que no lo leyeron este es el comunicado emitido por el PJ sobre el agro, es decir sobre ustedes, sobre mí, sobre nosotros:
"El Partido Justicialista, ante el antidemocrático ataque que con ánimo destituyente y falta de respeto a la voluntad popular se ha hecho a la Presidenta y a los Gobernadores, se ve en la obligación de fijar claramente su posición política."
"No es que sorprenda que tales actores, en nombre de la defensa del campo, incurran en esa práctica, que no hace más que retrotraernos a jornadas de 1930, 1955 y 1976, cuando aquel ánimo destituyente fructificó en golpes de estado, siempre argumentado en contra de acciones de los gobiernos elegidos por el pueblo, para culminar apoyando planes como el de Martínez de Hoz."
"Lo que sí sorprende es la virulencia de un lock-out salvaje e interminable con el que pretenden erigirse en dueños del derecho a transitar, se ufanan de desabastecer y no les importa encarecer los alimentos que las familias argentinas necesitan en su mesa."
"Sorprende que en esas condiciones pretendan que pueda haber un diálogo bajo presión; sorprende que invoquen voluntad de diálogo cuando sólo conciben ganar o ganar, sorprende que hablen de dialogar cuando simplemente desacreditan o conciben a las autoridades electas como un obstáculo."
"Un sector no puede pensarse más importante que el conjunto y la redistribución debe realizarse desde los que más tienen a los que menos tienen y el Estado es el único que a través de sus autoridades legítimas puede operar ese cambio. "
"En defensa de la voluntad popular respaldamos la labor de la Presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner y la de los Gobernadores, en especial cuando dan pasos sustanciales para una mejor distribución de la riqueza, que no puede hacerse sin que los que más tienen pongan más."
"En consecuencia, exigimos pleno respeto a la voluntad popular y no consentiremos callados ningún artero ataque al gobierno nacional y popular que conducen."
"En cuanto ha sido plebiscitado por la mayoría y sin necesidad de segunda vuelta, sostenemos la vigencia del modelo de país que estamos construyendo, sostenemos la vigencia del modelo de país que estamos construyendo Un proyecto nacional y popular, de inclusión social, de crecimiento con empleo y una más justa distribución de la riqueza de pleno e irrestricto respeto por los derechos humanos, de concertación plural abierta, de reformas institucionales profundas."
"Destacamos el esfuerzo realizado para ayudar al desarrollo del sector agropecuario con múltiples medidas. Como resultado de ellas, la superficie sembrada aumentó del 26,1 a casi 32 millones de hectáreas; el volumen de la producción se incrementó de 65 a 97 millones de toneladas; las exportaciones del sector aumentaron de 13.000 a 35.000 millones de dólares."
"En su intento por constituirse en un partido agrario de oposición política, los pretendidos dirigentes rurales insisten en su rechazo al modelo, a la política económica y a las políticas agropecuarias insistiendo en que quieren ir mucho más allá de las retenciones, agraviando y descalificando, buscando imponer y no dialogar."
"No se nos escapa que es una disputa de intereses en donde se debe ceder renta. Un dos por ciento de los productores, que concentran el 50 por ciento de la producción, no quieren aportar al país los casi 750 millones de dólares correspondientes."
"Por supuesto no confundimos la actitud de quienes denunciamos, con aquellos pequeños y medianos productores, mujeres y hombres de campo esforzados, que conforman todos y cada uno de nuestros pequeños pueblos, a quienes seguimos convocado a esta lucha por construir un nuevo país en un diálogo que construya nuevos consensos."
"Frente a los agoreros y golpistas que pretenden en definitiva detener los cambios y repetir la historia de largos desencuentros de la Patria, como en el 30, el 55 y el 76 y otros golpes de Estado, desde el Partido Justicialista, con apertura y pluralidad asumimos el compromiso de seguir construyendo una nueva Argentina, porque queremos luchar por lo que nos falta, poniendo todo lo que nos sobra: coraje, energía y entusiasmo por un país para todos los argentinos. La Patria somos todos."
Tomé algunos datos que son públicos y disponibles de la SAGPyA, INTA, MECON, Bolsa de Cereales de Buenos Aires y empresas privadas. Los datos son públicos y verificables:
1. En el 2003, a finales de la Administración Duhalde, se sembraron unas 26 millones de hectáreas con una producción de 65 millones de toneladas de granos. En el 2007 sembramos unas 32 millones de hectáreas con una producción de 97 millones de toneladas de granos.
1.1. El rinde general promedio de cereales y oleaginosas del país pasó de 2.500 kg/has a algo más de 3.000 kg/has
1.2. Eso se debió en primer lugar a la aceptación de transgénicos, nuevos cultivares (genética de avanzada), tecnología de siembra de precisión y la adopción de la siembra directa.
1.3. El esfuerzo que hizo toda la comunidad, tanto los ahorristas, como los asalariados, las empresas y los agricultores por la pesificación asimétrica:
1.3.1. En algunos casos permitió la licuación de pasivos en dólares.
1.3.2. La competitividad, mientras no hubo inflación, por costos relativamente menores con respecto a los internacionales.
1.3.3. La competitividad por la tecnología agropecuaria nacional que ha demostrado ser la de mejor relación costo/resultado del planeta.
1.3.4 Uso pleno de la capacidad y tecnología adquirida en la década de los ’90.
1.4. Estas condiciones se dieron durante la administración de Duhalde.
2. El comunicado del PJ dice que las hectáreas hipotecadas en el 2003 eran 14 millones de un total de 48.000 productores (hay un error, ya que el número corresponde al 2002). El mismo comunicado dice que en 2007 solo quedaban 4 millones de has de 6750 productores, como si hubiera sido un logro de la administración Kirchner. Sin embargo:
2.1. El levantamiento de las hipotecas se debió a la pesificación de las deudas y a la refinanciación de los pasivos iniciada por Remes Lenicov y continuada por Roberto Lavagna después.
2.2. Otros sectores de la economía se beneficiaron también con estas medidas y no solo el agro, es decir no fueron apuntadas a un solo sector, sino al conjunto, en especial a la industria como principal generador de empleos.
2.3. El sector agropecuario utilizo toda la renta excedente para reinvertirla y por eso en solo dos años se reactivaron todas las agroindustrias del interior.
2.4. El aumento de las exportaciones del sector pasó de USD 13.000 millones en el 2003 a USD 35.000 millones en el 2007. Sin embargo, esto no se debió a la SAGPYA, el MECON o la Casa Rosada sino que ocurrió por:
2.4.1. Aumento de la producción por lo explicado en el punto 1.b.
2.4.2. Aumento de los precios internacionales, especialmente durante 2007 en lo cual fue una circunstancia externa y no debida al gobierno.
2.4.3. El sector agroalimentario invirtió en el procesamiento de materias primas con valor y MDO (mano de obra) agregados.
En el 2002 Duhalde le solicitó al sector un esfuerzo para alimentar a la población desocupada con retenciones de un 10% que fueron admitidas y aceptadas por los productores.
La administración Kirchner las aumentó progresivamente hasta llevarlas a las del presente:
1. Trigo 28%,
2. Maíz 24%,
3. Soja 41%
4. Girasol 41.2%
Los aumentos iniciales fueron en el 2005 y 2006 cuando el precio de la soja se había alejado del record. No había ninguna clase de “renta extraordinaria”.
Los insumos necesarios para la producción de agrocommodities aumentaron en igual proporción que los commodities (petróleo por ejemplo, necesario para el combustible, agroquímicos, úrea, fósforo, etc). El costo internacional es el 80% del costo total del productor argentino. Los pequeños productores nunca recibieron combustible subsidiado y mientra reciben dolares a $ 1,12 por sus granos deben abonar en dólares a $ 3,25 por los agroquímicos, pero el precio en dólares no es estable ya que varía por el precio del petróleo.
El gobierno dice que quiere evitar la sojización y por eso aumento las retenciones a la soja y bajo (es una forma de decir…) las del trigo y el maíz. No menciona al girasol. El trigo y el maíz tienen la misma alícuota que antes de la Resol. 125/08. El girasol y la soja aumentaron 9 y 6% respectivamente.
El verdadero problema no es la alícuota confiscatoria mientras los precios permanezcan altos sino la movilidad de la retención ya que a medida que aumentan los precios internacionales la retención marginal que percibe el estado aumenta establece un máximo no superable aunque los commodities para producción sigan aumentando. En otras palabras nos estableció “un sueldo máximo” a aquellos que no tiene sueldo.
Intentar bajar la rentabilidad de la soja, producirá lo inverso del efecto deseado, en tanto y en cuanto las producciones de trigo, maíz, la leche y la carne no sean rentables con medidas similares a las que se aplican en el Uruguay, por ejemplo.
1. Preocupa seriamente que no se haya tenido en cuenta que el complejo sojero aporte aproximadamente el 60% de los recursos fiscales provenientes del sector agroalimentario.
2. Es obvio y evidente que se trata de la forma más fácil y rápida de aumentar la recaudación. En marzo la administración Fernández no tenía como financiarse externamente, por lo que se echo mano a la Resol. 125/08, es decir que aunque lo nieguen fue una cuestión fiscal y alguien que hizo mal las cuentas con las retenciones progresivas, parte de ignorar la existencia de los mercados a futuro.
3. Si el motivo hubiera sido evitar la sojización... ¿Por qué le aumentaron las retenciones al girasol? En la Argentina −el mayor exportador mundial de aceites comestibles− se consume solamente el 5,2% del aceite de girasol que se produce en el país.
i. Es por lo tanto falaz que el aumento de las retenciones a esa oleaginosa haya sido para mantener el precio interno controlado.
ii. En 2007 se sembraron 2,5 millones de hectáreas de girasol en la Argentina, lo que es una pequeña superficie en relación a los otros cultivos.
iii. La Argentina es el tercer productor mundial de aceite de girasol y el primer exportador de ese mismo aceite del mundo.
Exportación de carnes:
El gobierno alega que liberó a través de la ONCCA, la exportación de 20.000 toneladas de carne, que estaba demorada desde marzo. Tales demoras las ordenó en forma directa el Secretario de Comercio.
1. La Administración Fernández dice que se reabrió el mercado internacional de carnes, pero esa resolución no esta en vigencia, por lo cual el Gobierno lisa y llanamente miente.
2. Los cortes y el tipo de carne demorado (unas 90 mil toneladas) no son del gusto del consumidor argentino, ya que se trata de carnes “marmoladas”.
3. Se prohibió la exportación de vacas de conserva a las ex repúblicas soviéticas, si no pasan por procesamiento en frigoríficos argentinos, lo que les va a quitar el precio competitivo que teníamos.
El estado calcula que quedan casi un millón de toneladas de trigo como saldo exportable. Permitieron venderle 100 mil toneladas a Brasil nuestro principal socio comercial. No se reabre la exportación, siendo que desde el gobierno se argumenta que habría 3 millones de toneladas en silos. 100 toneladas son dos barcos graneleros medianos… 3 millones de toneladas (la mitad del consumo anual de la Argentina) no son tan fáciles de esconder.
El gobierno dice que para reparar los "daños colaterales" de la Resol. 125/08 tomó dos medidas:
1. Creó un régimen de compensaciones para los productores de menos de 150 has y 500 toneladas de producción al año, para que reciban las diferencias de precios entre las actuales reatenciones y las que estaban en vigencia antes del aumento.
i. Para poder inscribirse los requisitos son tan complejos que de supuestamente 62.500 productores se inscribieron 300 y se rechazaron 200 presentaciones. El primer requisito es ser productor EXCLUSIVAMENTE de soja.
ii. Creó un régimen de compensaciones de fletes para las zonas alejadas a más de 400 Km. de los puertos. Al igual que con el régimen anterior y por las mismas razones, se presentaron solo 100 productores y fueron rechazados 80.
Mercado a futuro:
Fueron alentados por la Administración Kirchner. La Administración Fernández lo plantea como el principal daño no deseado por la aplicación de la Resol. 125/08, pero la medida correctiva es absolutamente ilusoria porque funcionaría si la soja superara los USD 700 la tonelada.
Las compensaciones pagadas.
De $ 332 millones que dice la ONCCA que pagó, solo $ 54 millones se destinaron a productores, el 16%, si incluímos a los productores porcinos
El cobro de compensaciones va a los intermediarios y grandes productores, los pequeños productores tenemos demoras de hasta 36 meses sin ajustes por inflación.
jueves, 12 de junio de 2008
El imperio del mal que construyó Stalin se basó en la apropiación de la renta agraria.
Este es un artículo publicado el 05/06/2008 en Economic Focus, y su autor es Antonio I. Margariti. Tal vez llegue a explicarnos claramente el fondo de la cuestión del conflicto personal de Néstor Kirchner con los chacareros. Da un poco de escalofríos, pero vale la pena....
¿Algún punto de contacto con el proyecto kirchnerista?
El imperio del mal que construyó Stalin se basó en la apropiación de la renta agraria.
Cuando en 1924, Iósif Vissariónovich Dzhugashvili –el sanguinario déspota soviético más conocido como Stalin– fue designado secretario general del partido, se propuso un objetivo delirante: acumular poder y someter al pueblo ruso por medio del terror.
Desde el principio comprendió que el gran obstáculo para su proyecto de megalomanía iban a ser los campesinos de "las tierras negras de Ucrania", una de las más feraces
planicies del mundo junto con "la pampa argentina".
Viajeros de la época testimoniaban: "He atravesado Ucrania y descubierto una maravilla: es un inmenso jardín agrícola en pleno rendimiento y de una belleza
natural inenarrable, las parcelas de tierra están admirablemente irrigadas y cultivadas con cosechas que la paleta del mejor pintor no podría repetir" (1).
Las razones del odio de Stalin fueron explicables. Los kulaks o pequeños campesinos propietarios de la tierra eran personas independientes. Quien tiene una propiedad y
puede explotarla para conseguir una renta se aferra a la tierra porque obtiene independencia económica y sólo con ella adquiere libertad política para no someterse a los caprichos del déspota de turno.
En consecuencia, decidió aplastarlos y "liquidarlos como clase social" mediante la expoliación de la producción rural y la obligación legal de seguir sembrando para
asegurar la alimentación, a bajo costo, de los trabajadores de la industria pesada y los soldados del ejército rojo. Con la picardía propia de un "agitprop" (activista político que nunca se había ganado la vida trabajando), Stalin no quiso expropiar la propiedad sino quedarse con la renta agraria, de manera que podía convertirlos en
siervos de la gleba.
Pero, los campesinos rusos que explotaban la tierra de sus ancestros se resistieron a verse denigrados y despojados del fruto de su trabajo. Se opusieron tenazmente a entregarles el ganado y el cereal de sus campos. Organizaron la resistencia, escondieron las cosechas en silos subterráneos protegidos con telas embreadas con alquitrán y bloquearon los caminos para evitar el saqueo de sus productos.
Ello enfureció al déspota Stalin quien decidió recurrir a la fuerza bruta y desencadenó una violenta campaña propagandística contra el campo acusándolos de egoístas, ricos oligarcas, subversivos y enemigos del pueblo soviético. No pudo enviar al ejército rojo para reprimirlos porque estaban dispersos en una multitud de pequeños lugares y el ejército se agotaría en una infinita serie de minúsculas batallas. Entonces organizó fuerzas de choque compuestas por milicias dirigidas por comisarios políticos. Pero además dispuso matarlos de hambre. Comenzó por acusarlos de violar una ley absurda que establecía como delitos graves: a) suministrar datos falsos en las declaraciones juradas, vender clandestinamente los cereales y oleaginosas, c) consumir en forma particular el propio ganado, d) resistir la entrega de la producción al Estado y e) negarse a sembrar o cosechar los productos exigidos por el gobierno.
Las medidas fueron en aumento. Requisó toda la producción agrícola y el ganado alegando que no aseguraban el abastecimiento de las poblaciones urbanas.
En un documentado libro (2) pueden verse centenares de fotografías escalofriantes (de 1932 a 1933) donde casi diez millones de personas fueron deportadas a campos de
concentración en Siberia, en los que perecieron una tercera parte. Enfrentados a la propaganda soviética y a la irracional batalla, muchos kulaks se rebelaron incluso matando a las autoridades políticas locales. Pero el éxito de los agricultores fue breve. El ejército rojo comandado por comisarios políticos fue enviado a ahogar la rebelión agraria. La policía secreta GPU inició una campaña de terror para abatir el ánimo de los rebeldes. Cuando los propios dirigentes locales del partido comunista pidieron a Stalin un poco de clemencia, éste les respondió ordenando exterminar a esos dirigentes con la pena de fusilamiento y convirtió a Ucrania en un inmenso campo de concentración.
La policía secreta Checa -luego GPU- más las brigadas de choque enviadas desde Moscú aterrorizaron a los campesinos haciendo inspecciones aleatorias en los campos y requisando todo cereal o ganado que encontrasen, considerados ahora propiedad sagrada del Estado soviético.
Los milicianos que atacaban a los campesinos constituían el "lumpen proletariat" y eran reclutados entre los miserables de las ciudades y los komsomoles soviéticos.
Una famosa ley promulgada el 7 de agosto de 1932 establecía la condena de 10 años en campos de concentración a menores de edad o la pena de muerte para los adultos,
por cualquier ocultamiento, robo o disposición de la producción socialista. Se la conoció como la "ley de la espiga" porque las personas eran condenadas a muerte por haber consumido espigas de trigo o de cebada de sus propios campos. Cualquier productor rural que carneara un cerdo de su propiedad para alimentar a su familia era
ajusticiado inmediatamente.
El efecto no podía ser otro que un abandono masivo de las explotaciones rurales y una hambruna extendida por todo el país entre 1932 y 1933. Millones de personas murieron porque no había comida. Las fotografías de la época muestran a miles de niños con aspecto esquelético y el abdomen hinchado, sin fuerzas para caminar. Las madres rusas (3) abandonaban a sus hijos en los vagones de trenes que iban hacia Moscú, Kiev, Stalingrado y Leningrado con la esperanza de que alguien pudiera cuidarlos y darles comida.
Aquellos adultos que tenían el vientre hinchado por el hambre eran transportados en trenes de mercancías hacia el campo y abandonados a cincuenta kilómetros de las
ciudades de manera que se murieran sin que se los viera. A la llegada en los lugares de descarga, los milicianos excavaban grandes fosas y tiraban los muertos de los vagones.
Los ucranianos tuvieron que comer raíces, perros, gatos, ratas, pájaros y albóndigas de papel de diario hechas digeribles con levadura de cerveza. Incluso se dieron casos de canibalismo que provocaron la sanción de una ley inédita que prohibía a los adultos comerse a los niños o a mayores vivos. Diariamente perecían 25 mil personas. Los países civilizados de occidente, horrorizados, pretendieron enviar una ayuda humanitaria, pero el sanguinario déspota de Stalin confiscó las cargas de alimentos y las destinó a la clase dirigente.
En dos años las unidades productivas del campo se redujeron a la mitad y tanto la agricultura como la lechería, ganadería y producciones regionales se hundieron en
un profundo marasmo. La expropiación de las mejores tierras de Ucrania y Rusia produjo inmensas pérdidas, pero la locura de Salín hizo proseguir el exterminio sin la menor piedad y terminó liquidando la clase de campesinos propietarios, instaurando los koljoses o sea colectivizando la tierra a cargo de secuaces designados por el gobierno. La industria -que nunca había sido solidaria con el campo- comenzó a desarrollarse sobre su cadáver y destinó su producción a fabricar armamentos, aviones y blindados para las fuerzas armadas.
En los archivos presidenciales de Stalin, recientemente abiertos al público, existe el testimonio del comisario político Mijaíl Shólojov (clasificado con el nº 45-1/827-7-22) donde informa al déspota: "Camarada Stalin. En el mes de diciembre aceleramos la campaña y dispusimos: 1º requisar los cereales que tenían en los graneros, incluido el anticipo entregado para simiente de la próxima cosecha 2º como los campesinos enterraban el trigo y el girasol en silos subterráneos dispusimos aplicarles dos tipos de penas: el método del frío y el del calor. 3º El método del frío consiste en desnudar al productor en pleno invierno y ponerlo al fresco en hangares. A menudo lo hemos hecho con grupos de centenares de kulaks. 4º El método del calor consiste en rociarles los pies y las faldas con keroseno y prenderles fuego, después se apaga y se vuelve a empezar. 5º Una variante la hicimos en el koljoz de Napolovski, un tal Plotkin "plenipotenciario del comité local" obligó a los colonos interrogados a tenderse sobre una placa calentada al rojo vivo, después los descalentábamos encerrándolos desnudos en el hangar. 6º En el koljoz Lebyazhenski pusimos a los campesinos a lo largo de un muro y simulamos una ejecución. Así y todo el resultado no fue muy bueno".
La respuesta de Stalìn, fechada el 6 de mayo de 1933 de puño y letra, no es menos estremecedora:"Querido Camarada Shólojov. Esta es una cuestión verdaderamente política y por eso hay que saber ver el otro lado de la realidad. Y ese otro aspecto es que los respetados trabajadores rurales de su distrito están en huelga y llevan a cabo un sabotaje porque están dispuestos a desabastecer y dejar sin pan a los obreros y al Ejército Rojo. El hecho de que este sabotaje sea silencioso, y en apariencia pacífico, no cambia en absoluto el fondo del asunto y es que los respetados trabajadores están llevando a cabo una guerra de zapa contra el poder soviético y eso, querido camarada Shólojov, ésta es una guerra a muerte. Que siga usted bien. Le estrecha la mano. Suyo Iósif Stalin". (Clasificado con el nº 3-61/549-194)
Esta pesadilla de terror sucedió hace 70 años, por obra y gracia de un sanguinario déspota que se autoproclamaba "progresista y proletario". Finalmente, ese imperio del
mal se derrumbó solo, sin que nadie lo atacara. La locura humana no tiene límites cuando quiere acumular poder y pretende poner de rodillas a todo el mundo. Sólo la muerte pone un piadoso final a tanta desolación.
(c) www.economiaparatodos.com.ar
Antonio I. Margariti es economista y autor del libro "Impuestos y pobreza. Un cambio copernicano en el sistema impositivo para que todos podamos vivir dignamente", editado por la Fundación Libertad de Rosario.
(1) F. Kupferman. "Au pays des Sovietes, Le voyage français en Union Soviétique", Gallimard, París, 1939.
(2) Stéphane Courtuois y otros, traducido al español, "El libro negro del comunismo, crímenes, terror y represión" , Édit. Robert Laffont, París, 1997, Espasa-Calpe,
Madrid, 1998.
(3) A. Graziosi. "Lettres de Kharkov, La famine en Ukraine à travers les rapports des diplomates italiens 1932-1934, Cahiers du Monde junio 1989.
¿Algún punto de contacto con el proyecto kirchnerista?
El imperio del mal que construyó Stalin se basó en la apropiación de la renta agraria.
Cuando en 1924, Iósif Vissariónovich Dzhugashvili –el sanguinario déspota soviético más conocido como Stalin– fue designado secretario general del partido, se propuso un objetivo delirante: acumular poder y someter al pueblo ruso por medio del terror.
Desde el principio comprendió que el gran obstáculo para su proyecto de megalomanía iban a ser los campesinos de "las tierras negras de Ucrania", una de las más feraces
planicies del mundo junto con "la pampa argentina".
Viajeros de la época testimoniaban: "He atravesado Ucrania y descubierto una maravilla: es un inmenso jardín agrícola en pleno rendimiento y de una belleza
natural inenarrable, las parcelas de tierra están admirablemente irrigadas y cultivadas con cosechas que la paleta del mejor pintor no podría repetir" (1).
Las razones del odio de Stalin fueron explicables. Los kulaks o pequeños campesinos propietarios de la tierra eran personas independientes. Quien tiene una propiedad y
puede explotarla para conseguir una renta se aferra a la tierra porque obtiene independencia económica y sólo con ella adquiere libertad política para no someterse a los caprichos del déspota de turno.
En consecuencia, decidió aplastarlos y "liquidarlos como clase social" mediante la expoliación de la producción rural y la obligación legal de seguir sembrando para
asegurar la alimentación, a bajo costo, de los trabajadores de la industria pesada y los soldados del ejército rojo. Con la picardía propia de un "agitprop" (activista político que nunca se había ganado la vida trabajando), Stalin no quiso expropiar la propiedad sino quedarse con la renta agraria, de manera que podía convertirlos en
siervos de la gleba.
Pero, los campesinos rusos que explotaban la tierra de sus ancestros se resistieron a verse denigrados y despojados del fruto de su trabajo. Se opusieron tenazmente a entregarles el ganado y el cereal de sus campos. Organizaron la resistencia, escondieron las cosechas en silos subterráneos protegidos con telas embreadas con alquitrán y bloquearon los caminos para evitar el saqueo de sus productos.
Ello enfureció al déspota Stalin quien decidió recurrir a la fuerza bruta y desencadenó una violenta campaña propagandística contra el campo acusándolos de egoístas, ricos oligarcas, subversivos y enemigos del pueblo soviético. No pudo enviar al ejército rojo para reprimirlos porque estaban dispersos en una multitud de pequeños lugares y el ejército se agotaría en una infinita serie de minúsculas batallas. Entonces organizó fuerzas de choque compuestas por milicias dirigidas por comisarios políticos. Pero además dispuso matarlos de hambre. Comenzó por acusarlos de violar una ley absurda que establecía como delitos graves: a) suministrar datos falsos en las declaraciones juradas, vender clandestinamente los cereales y oleaginosas, c) consumir en forma particular el propio ganado, d) resistir la entrega de la producción al Estado y e) negarse a sembrar o cosechar los productos exigidos por el gobierno.
Las medidas fueron en aumento. Requisó toda la producción agrícola y el ganado alegando que no aseguraban el abastecimiento de las poblaciones urbanas.
En un documentado libro (2) pueden verse centenares de fotografías escalofriantes (de 1932 a 1933) donde casi diez millones de personas fueron deportadas a campos de
concentración en Siberia, en los que perecieron una tercera parte. Enfrentados a la propaganda soviética y a la irracional batalla, muchos kulaks se rebelaron incluso matando a las autoridades políticas locales. Pero el éxito de los agricultores fue breve. El ejército rojo comandado por comisarios políticos fue enviado a ahogar la rebelión agraria. La policía secreta GPU inició una campaña de terror para abatir el ánimo de los rebeldes. Cuando los propios dirigentes locales del partido comunista pidieron a Stalin un poco de clemencia, éste les respondió ordenando exterminar a esos dirigentes con la pena de fusilamiento y convirtió a Ucrania en un inmenso campo de concentración.
La policía secreta Checa -luego GPU- más las brigadas de choque enviadas desde Moscú aterrorizaron a los campesinos haciendo inspecciones aleatorias en los campos y requisando todo cereal o ganado que encontrasen, considerados ahora propiedad sagrada del Estado soviético.
Los milicianos que atacaban a los campesinos constituían el "lumpen proletariat" y eran reclutados entre los miserables de las ciudades y los komsomoles soviéticos.
Una famosa ley promulgada el 7 de agosto de 1932 establecía la condena de 10 años en campos de concentración a menores de edad o la pena de muerte para los adultos,
por cualquier ocultamiento, robo o disposición de la producción socialista. Se la conoció como la "ley de la espiga" porque las personas eran condenadas a muerte por haber consumido espigas de trigo o de cebada de sus propios campos. Cualquier productor rural que carneara un cerdo de su propiedad para alimentar a su familia era
ajusticiado inmediatamente.
El efecto no podía ser otro que un abandono masivo de las explotaciones rurales y una hambruna extendida por todo el país entre 1932 y 1933. Millones de personas murieron porque no había comida. Las fotografías de la época muestran a miles de niños con aspecto esquelético y el abdomen hinchado, sin fuerzas para caminar. Las madres rusas (3) abandonaban a sus hijos en los vagones de trenes que iban hacia Moscú, Kiev, Stalingrado y Leningrado con la esperanza de que alguien pudiera cuidarlos y darles comida.
Aquellos adultos que tenían el vientre hinchado por el hambre eran transportados en trenes de mercancías hacia el campo y abandonados a cincuenta kilómetros de las
ciudades de manera que se murieran sin que se los viera. A la llegada en los lugares de descarga, los milicianos excavaban grandes fosas y tiraban los muertos de los vagones.
Los ucranianos tuvieron que comer raíces, perros, gatos, ratas, pájaros y albóndigas de papel de diario hechas digeribles con levadura de cerveza. Incluso se dieron casos de canibalismo que provocaron la sanción de una ley inédita que prohibía a los adultos comerse a los niños o a mayores vivos. Diariamente perecían 25 mil personas. Los países civilizados de occidente, horrorizados, pretendieron enviar una ayuda humanitaria, pero el sanguinario déspota de Stalin confiscó las cargas de alimentos y las destinó a la clase dirigente.
En dos años las unidades productivas del campo se redujeron a la mitad y tanto la agricultura como la lechería, ganadería y producciones regionales se hundieron en
un profundo marasmo. La expropiación de las mejores tierras de Ucrania y Rusia produjo inmensas pérdidas, pero la locura de Salín hizo proseguir el exterminio sin la menor piedad y terminó liquidando la clase de campesinos propietarios, instaurando los koljoses o sea colectivizando la tierra a cargo de secuaces designados por el gobierno. La industria -que nunca había sido solidaria con el campo- comenzó a desarrollarse sobre su cadáver y destinó su producción a fabricar armamentos, aviones y blindados para las fuerzas armadas.
En los archivos presidenciales de Stalin, recientemente abiertos al público, existe el testimonio del comisario político Mijaíl Shólojov (clasificado con el nº 45-1/827-7-22) donde informa al déspota: "Camarada Stalin. En el mes de diciembre aceleramos la campaña y dispusimos: 1º requisar los cereales que tenían en los graneros, incluido el anticipo entregado para simiente de la próxima cosecha 2º como los campesinos enterraban el trigo y el girasol en silos subterráneos dispusimos aplicarles dos tipos de penas: el método del frío y el del calor. 3º El método del frío consiste en desnudar al productor en pleno invierno y ponerlo al fresco en hangares. A menudo lo hemos hecho con grupos de centenares de kulaks. 4º El método del calor consiste en rociarles los pies y las faldas con keroseno y prenderles fuego, después se apaga y se vuelve a empezar. 5º Una variante la hicimos en el koljoz de Napolovski, un tal Plotkin "plenipotenciario del comité local" obligó a los colonos interrogados a tenderse sobre una placa calentada al rojo vivo, después los descalentábamos encerrándolos desnudos en el hangar. 6º En el koljoz Lebyazhenski pusimos a los campesinos a lo largo de un muro y simulamos una ejecución. Así y todo el resultado no fue muy bueno".
La respuesta de Stalìn, fechada el 6 de mayo de 1933 de puño y letra, no es menos estremecedora:"Querido Camarada Shólojov. Esta es una cuestión verdaderamente política y por eso hay que saber ver el otro lado de la realidad. Y ese otro aspecto es que los respetados trabajadores rurales de su distrito están en huelga y llevan a cabo un sabotaje porque están dispuestos a desabastecer y dejar sin pan a los obreros y al Ejército Rojo. El hecho de que este sabotaje sea silencioso, y en apariencia pacífico, no cambia en absoluto el fondo del asunto y es que los respetados trabajadores están llevando a cabo una guerra de zapa contra el poder soviético y eso, querido camarada Shólojov, ésta es una guerra a muerte. Que siga usted bien. Le estrecha la mano. Suyo Iósif Stalin". (Clasificado con el nº 3-61/549-194)
Esta pesadilla de terror sucedió hace 70 años, por obra y gracia de un sanguinario déspota que se autoproclamaba "progresista y proletario". Finalmente, ese imperio del
mal se derrumbó solo, sin que nadie lo atacara. La locura humana no tiene límites cuando quiere acumular poder y pretende poner de rodillas a todo el mundo. Sólo la muerte pone un piadoso final a tanta desolación.
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Antonio I. Margariti es economista y autor del libro "Impuestos y pobreza. Un cambio copernicano en el sistema impositivo para que todos podamos vivir dignamente", editado por la Fundación Libertad de Rosario.
(1) F. Kupferman. "Au pays des Sovietes, Le voyage français en Union Soviétique", Gallimard, París, 1939.
(2) Stéphane Courtuois y otros, traducido al español, "El libro negro del comunismo, crímenes, terror y represión" , Édit. Robert Laffont, París, 1997, Espasa-Calpe,
Madrid, 1998.
(3) A. Graziosi. "Lettres de Kharkov, La famine en Ukraine à travers les rapports des diplomates italiens 1932-1934, Cahiers du Monde junio 1989.
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